La semana pasada realizamos una encuesta en Instagram para conocer cuál era el lomito preferido de los cordobeses. (Leé cómo fue el campeonato online).
El ganador fue El Candil, la lomitería de zona noroeste (ahora cuenta con seis sucursales) que hace 45 años está vigente con este plato clásico que los cordobeses eligen constantemente.
Por eso, es un buen momento para compartir su historia y entender por qué se ganó el corazón (y el paladar) de la gente.
La historia
Corría el año 1978 y la pareja compuesta por Hugo Nallino y Elsa Gerbaudo, más la hermana de Elsa (Blanca) y las hijas de la pareja (Catalina y María Alejandra) decidieron inaugurar un local en Colón 5448. La fecha exacta fue el 30 de octubre. Así nacía El Candil.
“Al principio, el local era muy chico, precario, creado con muebles familiares que hicimos con nuestras propias manos y con sillas y mesas del club de correo, ya que mi padre era empleado del correo. ¡El negocio se fundó en la cochera de mi casa!”, cuenta Catalina Nallino que está a cargo del local.
Cuando abrieron, ella con sus 14 años era la moza, y su hermana, que tenía 9, también colaboraba. “Éramos cinco con mi tía Blanca, que trabajó hasta que cumplió sus 90 años”, repasa Catalina.
La familia recuerda que una buena época para el local fue la década de 1990, aunque igualmente, destacan que desde que abrieron siempre han trabajado bien.
¿Por qué gusta tanto el lomito?
Según los creadores, porque tiene la misma calidad que hace 45 años. “Lleva su carne de lomo y el secreto es su chimichurri y la mayonesa, que es una receta artesanal”, agrega Catalina.
El lomito de El Candil lleva pan de lomo, 150 gramos de bife, queso, tomate, lechuga, huevo, ají y morrón.
Según Catalina, el mejor maridaje es con cerveza: “La gente también opina lo mismo porque se toma mucha en el local. Después viene la gaseosa cola. ¿Y vino? ¡Vino, no!”.
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Foto destacada Gentileza La Voz.
