Alimentación saludable: descubriendo la algarroba

Por Victoria Carando Vera (*)

Hoy les quiero contar un poquito sobre la algarroba, que es el fruto del algarrobo, árbol nativo que abunda en nuestra Córdoba y vale la pena, sin duda, acercarse a las infinitas posibilidades que ofrece.

Nuestro bienestar no puede estar alejado de nuestro entorno y, en este mismo sentido, es importante que podamos consumir y aprovechar los productos regionales y estacionales, para ser de a poquito más sustentables con nuestra alimentación. 

Seguro la mayoría de ustedes tenga algún recuerdo de la infancia bajo la generosa copa que nos regala esta especie, tan emblemática y presente también en la música de Don Atahualpa Yupanqui y las guitarreadas en el campo, a la sombra o en los patios más tradicionales de nuestra provincia, que todavía conservan al algarrobo como parte del paisaje entre baldosas de cemento.

Las comunidades originarias lo conocían directamente como “árbol que está puesto para comer”, ese es el significado de la palabra Algarrobo y me parece interesante que conozcan algunos usos y propiedades.

La planta y sus vainas.

Qué hacer con la algarroba

Si durante el verano cosecharon algunas chauchas o notaron que ya maduras se dejan caer al suelo desde donde podemos recogerlas sin mayor esfuerzo, hay algo interesante que hacer con ellas, que nos trae indudablemente a las costumbres más ancestrales de Sudamérica.

Les recomiendo invitar a los niños a participar de esta tarea, para que se interioricen con el ciclo natural del algarrobo y puedan conectar con la madre tierra desde un rol más activo. Luego de esta experiencia, les garantizo que estarán mas predispuestos a probar aquello que elaboren con el resultado de ese fruto porque ya lo conocieron de cerca y será algo familiar para ellos.

De manera resumida, la algarroba se consigue tras el secado de las chauchas a temperatura mínima, que luego serán molidas y finalmente tamizadas para lograr la harina. Con ella podemos hacer postres, tortas, bebidas, galletas, alfajores, cremas y hasta helados, ya que es dulce de manera característica y natural, muy recomendada por lo tanto para los primeros alimentos sólidos de los bebés y cumpleaños infantiles. Además, no contiene gluten, lo que la habilita a ser consumida por personas celíacas de manera segura.

Ahora sí, los invito a desafiar sus dotes culinarios o más bien experimentativos, para llevar a cabo sin miedo la aloja de algarroba, que es nada menos que la bebida criolla fermentada del algarrobo blanco. Se cree que hasta medidados de siglo pasado, era muy común la venta de esta bebida en puestos callejeros ubicados en las plazas de grandes ciudades como Tucumán, ya que es una bebida tradicional del norte y la región chaqueña de nuestro país.

Paso a paso

Primero vamos a lavar bien un puñado grande de chauchas crudas para dejarlas en remojo 24 horas en un frasco de litro de boca ancha lleno de agua. Al cabo de este tiempo, las vainas deberían estar más blandas, lo que permitirá despedazarlas y que se desarmen más fácilmente. La técnica también puede ser desmenuzar friccionando con las manos entre sí.

Sin apuro que llevará un buen rato hacer esto, pero siempre pueden pensar estas actividades como un momento para conectar con la planta y relajarnos en esa acción mientras damos una intención al alimento que vamos a hacer, agradeciendo y honrando lo que el árbol tiene para ofrecernos.

Agregaremos ahora dos cucharas soperas de azúcar mascabo, mezclaremos bien y taparemos para llevar a un lugar fresco y oscuro de la casa durante aproximadamente tres días. Es importante que de tanto en tanto agiten el frasco sin abrirlo hasta que se cumpla el lapso de tiempo.

Puede ser que aparezca una leve espuma y vean actividad de burbujas, eso significa que está fermentando correctamente. Finalizado el proceso,  colaremos el líquido resultante de color ámbar y envasaremos preferentemente en una botella con tapón hermético o en su defecto de plástico, y guardaremos en heladera hasta consumir. Con el transcurrir de los días, la aloja debería ir carbonatándose, siendo cada vez más presente el gas en su composición.

Recomiendo servirla fresca con hielo y rodajas de limón o naranja. Sirve para rehidratar el cuerpo luego de la actividad física, además que es energizante, digestiva, antidiarreica y está cargada de nutrientes benéficos.

(*) Directora de Nala Tienda Saludable 

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