X -Bar está cumpliendo por estos días su aniversario número 16. El pequeño pero importante reducto de la Cañada arrancó en diciembre de 2001, siete días antes de la caída de Fernando de la Rúa, pero también en el mismo momento en que empezaba un auge gourmet en la ciudad de Córdoba.
Luis Navarro, su creador, recuerda que no fueron días fáciles al comienzo. “Hacía inmobiliaria independiente administrando algunas propiedades y era cocinero de mi abuela. Estudiaba abogacía, me surgió esta posibilidad y la aproveché: me encantaban los bares y las bebidas buenas como el whisky y el cognac”, recuerda Luis.
“Empezó como un hobby y terminó como profesión” asegura este verdadero pionero local. “El X” hoy es una referencia. Es un bar de estilo irish, con sillas de diseño inglés, cuadros enormes y todas las bebidas importadas. Cuenta con más de 750 spirits de todo el mundo y sin dudas podemos decir que es uno de los bares más completos de Córdoba, con gran cantidad de whiskies (300 etiquetas) y precios accesibles para el disfrute de los amantes de la buena vida.
Luis Navarro, el creador de X-Bar.
Trago a trago
“El X -repasa Luis- fue apuntado a ser un whisky bar. Arranqué con 40 botellas entre rones y whiskies. Todo era muy básico pero todas las semanas compraba tres o cuatro botellas. Y de a poco fue tomando el perfil de tener bebidas muy amplias y fuertes, de calidad. En un año hicimos mucho y en dos años ya tuvimos 200 y pico de botellas”. Nadie podría dudar al decir que Luis es uno de los que más saben de whisky en Córdoba y el país.
La coctelería
Dice Navarro que al principio se vendía whisky y shots de tequila, fernet y caipiriña, mojitos y daiquiris. “Pero de a poco nos empezamos a especializar: salieron los primeros Manhattan, los primeros Martinis. Matías Leanez (el bartender) empezó a hacer tragos. Jamming, El Gordo y el Flaco, Iris Amaretti. Su impulso con mi apoyo hizo que el X tomara ese concepto”, rememora.
Con en bar Ángeles, que estaba a una cuadra, fueron los primeros bares que ofrecieron coctelería de autor en Córdoba. Luego -sigue Luis- “nos especializamos mucho y la bola se corría. Si querías tomar una etiqueta especial, tenías que ir a probarla al X. Y los amigos también ayudaron mucho, me traían botellas de otros países. Me acuerdo el furor que significó el Amarula por ejemplo, o la botella de sake japonés que tenía adentro una cobra. Muchos pasaban por el bar solamente para verla”.
Imponente barra en el X-Bar.
Los bartenders
El X -Bar también fue una escuela para muchos. Cuenta Luis: “Los chicos que pasaron por acá hoy son bartenders reconocidos, algunos tienen escuela de coctelería. La verdad que en estos años todos aprendimos y nos perfeccionamos, incluso con viajes, en donde las empresas también nos acompañaron“.
Para concluir, dice Luis que “el boca en boca fue rotundo, y acá estamos, celebrando. ¡Cumplimos juntos estos 16 años!”. Lo cierto es que así como San Honoraro fue en su momento punta de lanza de la gastronomía gourmet en la ciudad, el X -Bar lo fue en materia de coctelería. ¡Felicitaciones a todos los que lograron este éxito!
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